lunes
° ° ° septiembre technicolor ° ° °
Me dí cuenta de la presunta existencia este teorema por primera vez, cuando estaba en un lugar que nosé si quiera mencionarlo, tampoco sé si venga al caso. El asunto es que uno de los auxiliares que trabajan ahí, con mucha mesura trataba de pegar tres globos que ensamblaban la combinación tricolor representativa de la bandera chilena. Pobre hombre; ya terminaba, miró su obra con una satisfacción que se advertía por el advenimiento de una sonrisa súbita, pero el globo azul se reventó (no era el rojo, si hubiera sido el rojo, habría homenajeado al grupo más algarabiante de la historia de la música chilena, para qué homenajearlo, el que lo admire como yo, sabrá). Así, me fui dando cuenta a partir de éste momento, de la importancia que van adquiriendo los colores finalizando Septiembre. Luego, ese mismo día, creo que fue el 15, (era viernes) fui a vagar con una amiga por calles del centro de la capital y todo era tricolor, pero se añadían más colores, sentí que ellos presagiaban la primavera.
Los cerezos y los espinos; los tulipanes de la chacra tulipanera de mi hermana me recibieron cuando llegué de una colorida playa (la fotografía proviene de allá). Así es, contertulios, yo creo; como se acoge al mejor mes del año, Noviembre; a la maldita primavera y a las benditas alergias.
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martes
Que le pise el auto, que le mate el tren
Maldito paso del tiempo...
Me acuerdo ni siquiera como si fuera ayer, sino como si fuese hoy.
Año 1996, sexto básico, colegio de niñitas, todas iguales.
Nos encargaron para la próxima clase de castellano llegar con una poesía aprendida, mi madre que gozaba con que yo llevara cosas extrañas al colegio me hizo aprenderme una poesía sarcástica humorística de Nicanor Parra, en fin, me la aprendí, la recité, mi profesora la mis "Pachulín" se rió, ella chimultrúfica, tenía una araña pollito (hecho anecdótico) como mascota; una vez llegó con un nudo en la garganta al colegio, su araña había fallecido, ella misma la pisó.
Fui la única que llegó a recitar con algo que no fuera de la Mistral, de Neruda, Unamuno o Lorca... Me fui a sentar con un siete, muchos ojos sonrientes me miraban, acosaban, simplemente yo no sabía, para mí era normal, no sabía que hacía el ridículo.
Par de años después, ya más puber, me deleitaba al escuchar el anti-poema cantado por los Chancho en piedra... Ahora nuevamente lo recordé y recorrí la exposición que se exhibe actualmente en el Centro Cultural de La Moneda como si volviera a tener 12 años.
Bueno terrícolas, aquí dejo Sinfonía de cuna:
"Una vez andando
por un parque inglés
con un angelorum
sin querer me hallé.
por un parque inglés
con un angelorum
sin querer me hallé.
Buenos días, dijo,
yo le contesté,
él en castellano,
pero yo en francés.
Dites moi, don angel.
Comment va monsieur.
Él me dio la mano,
yo le tomé el pie
¡hay que ver, señores,
cómo un ángel es!
Fatuo como el cisne,
frío como un riel,
gordo como un pavo,
feo como usted.
Susto me dio un poco
pero no arranqué.
Le busqué las plumas,
plumas encontré,
duras como el duro
cascarón de un pez.
¡Buenas con que hubiera
sido Lucifer!
Se enojó conmigo,
me tiró un revés
con su espada de oro,
yo me le agaché.
Ángel más absurdo
no volveré a ver.
Muerto de la risa
dije good bye sir,
siga su camino,
que le vaya bien,
que le pise el auto,
que le mate el tren.
Ya se acabó el cuento,
uno, dos y tres."
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domingo
° ° ° mmm, p i e n s o ° ° °
mmmm parece que vivo en el campo, alguien me llevó a misa y entró un perro...
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lunes
° ° ° es verdad, fui atacada° ° °
Caminaba yo por Alameda para llegar al estacionamiento de mi hermano, en calle Londres... iba meditabunda, pensando en quién sabe qué; el hecho es que no me cabe en la cabeza cómo podía andar con tanta calma en medio de tal horda, lumpen, que se expandía por la explanada dando empujes, robando, peleando, etc. Así iba yo, como siempre en mi mundo, órbita creada por mi extraña cabeza, tranquila, mirando, pensando o quizás cantando... Derepente ya la masa uniforme expandida se hacía terrorífica y el hecho de avanzar se subsumía a la ensoñación, así que paré y los individuos continuaban su trayecto, pero paré medio segundo! Allá las cosas tienen que ser eficaces y el "señor peatón", muy audaz y extremadamente atento. Cosa que yo, santiaguina pseudo provinciana, no estaba cumpliendo como debía. Quizás sería algún castigo divino o tan sólo mala suerte. Nosé porque siempre se tratan de atribuir culpas, pero fui atacada por una desaforada paloma, se elevó desde su submundo putrefacto hacia la cándida-distraída (ríanse si quieren) tez de mi rostro. El curioso animal aleteó y aleteó en mi cara, siento que fue mucho tiempo, pero repito; el factor tiempo mínimo, a esa hora y en ese lugar se expande con las experiencias.
En fin, la paloma pudo elevarse -qué afortunada-, pensé. Era capaz, gracias al apoyo que le había dado mi semblante, de evadir ese terrible, inmenso, innegable, inagotable, indeseable e ineludible "Titán" conformado por personas.
Pero otra cosa me llamó la atención; el suceso no me dio asco alguno, entendí al animal y ojalá durante nuestro contacto me hubiese brindado su capacidad etérea, comprendí su desesperación frente al ruido, la misma que sentía yo y de la que trataba mediante mis propios medios, pocos atributos, de evitar.
Ese gris inminente lo compartíamos, ella en sus alas y yo en el color de mi cara desgastada. Siempre me han caído bien, a tí Gaspar?
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