miércoles

: : viajar : :


Una niña y un niño se besan explayadamente durante la hora y media en la banqueta donde espero para embarcarme sobre la micro rural que me lleva a Colina.

El escolar debe esperar la colmación de la nave; para mi afortunamiento me siento sola mirando hacia afuera por medio de el vidrio de mi derecha, contemplo el primer día grisáceo capitalino del 2006.

La micro prende las luces, paramos y se divisa un ambulante vendedor de dinosaurios de ule.
La micro rural esta vez no trae su intrínseca música cumbianchera y a mi parecer esta contribuyendo al letargo de un día melancólico. El gris capitalino se adhiere al del cielo y conforman una masa general, la gente de pelo gris y blanco y semblante pálido se unen a esta cueca triste. Todavía no suben vendedores ni cantantes, la espalda duele, se ansía el arribo a casa.

"Que Dios te de el doble de lo que tú me deseas a mí". Es el slogan de nuestro bus conurbanorural, un Jesús kitsch, idealizado con sus brazos extendidos sostiene la conjunción de palabras.
Se sube un vendedor, gran comerciante de lápices de marca Víctor, punta metálica, indespensables para el hogar.
Acaba de subirse el hombre con la melena más cuidada que ve podido ver, hordas de perros callejeros conviven con el asfalto. Una colegiala me observa, creo que debe estar interrogándose acerca de lo que hago, escribir. Una señora o muy gorda o muy larga aplasta mis rodillas desde el asiento de adelante.

No quería que se oscureciera, mas no podemos detener el tiempo, sigue su cotidianeidad, la luna quiere alcanzar al sol, mientras los mortales espectamos su escena.
Dotada de una creativa imaginación, creo ver entrar al fallecido orangután albino QEPD, que algo dote de onirismo esta travesía. La locomoción se torna con el advenimiento de la contemporaneidad cada vez más somnolienta y sin nada que relatar al pasente. Siquiera el vendedor de cichuflíes es capaz de ensamblar, hilar palabras y todo cae por inercia. Todos absortos en sus pensares y yo en mi cuaderno.

¿Qué vale hoy en nuestra sociedad?¿Vale la negatividad, suerte de angustia por la falta de seguridad, confianza, trabajo, salud y amor? ¿Se aprecian mejores venires?

Sin querer haber crecido acá estamos, hablando de mí aquí estoy y el viaje sigue, las personas cuelgan detenidas en el horizonte y siguen su trayecto.

¿Dónde está toda esa gente que dicen que existe?¿Y las oportunidades que las tildan de fáciles?¿El tiempo o el destino que se supondrían coexistentes y capaces de entablar un buen porvenir, o companía, o inteligencia, o manejo, o responsabilidad?¿Qué se hicieron?

Seguimos en el bus rural, que en teoría nos lleva a sitios eriazos o verdes bañados por luminosidad y contenidos acuosos, animales y poca manufactura. Esto también se desvaneció, por arte de magia el mundo va desarrollando su masa gris melancólica y preocupante. Buscamos oasis, aislamientos, tranquilidad, felicidades posibles, aún así la masa es avasalladora.
¿Qué hacemos acá o qué se hace? Familiarizarnos y cortar cimientos enraizados en un ayer conflictivo.

El viaje sigue y sigo cuestionando, una guagua llora, prescinde de conciencia acerca de lo que su desagradable canto conlleva en las mentes de los cansados pasajeros. El viaje sigue, la guagua sigue, la gente sube, la gente baja, la nave dobla, no hay campo, seguimos serios, seguimos lejos.

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Comentarios:
juani, te felicito por tu pagina , se nota el esfuerzo y lo mas importante , se refleja tu esquicita personalidad llena de vida , alegria , tu gran talento pa escribir y me siento feliz de estar integrada .....
 
Hice ese trayecto una infinidad de veces, no puedo evitar recordarlo al leer, aunque la música me mantuvo más ajeno al viaje que tú. Gran capacidad narrativa, te felicito
Me gustó el del ataque de la paloma también.

Saludos
Cote F.
 
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