jueves

b la c k : : : s m u a c k



El fin poderoso y tenebroso, alcanzar lo negro, lo oscuro, el ineludible obnubilar de las tinieblas. El negro y el encaje, satisfacen a estos seres vampirescamente misteriosos; la conquista del estilo está en llevar a cabo los ideales del glam y lo macabro.
El provenir del gótico como sistema de apariencias data desde la aparición de ciertos grupos de punk-rock de finales de la década de los ‘70, que derivaron en sus estilísticas.
Los primeros grupos post punk que se catalogaros como góticos fueron Joy Division y Siouxsie and the Banshees. Así se determina el comienzo de esta subcultura; los vocalistas grupales dieron lugar a una nueva ideología de muerte y oscuridad empezando por una moda gótica, el vocalista de The Dammed se vestía como vampiro, The Cure y Siouxie también cultivaron sus looks góticos aún cuando sus bandas se separaran o siguieran rumbos diferentes al dark.

Mi tarea fue buscar un accesorio de esta moda, difícil misión; así que seleccioné el más básico, el rouge de color negro.

El orígen de la unión entre el glam y el horror, sucedió con el lanzamiento de la película The Hunger, de vampiros, en la cual actuó el cantante David Bowie, esto influyó en cimentar y enraizar esta moda de lo siniestro. Sus simpatizantes acudirían a técnicas de cosmetología variadas para dar de forma tácita con la imagen de lo muerto.
La artificialidad que otorga el maquillaje es de esta forma también la artificialidad de un sentir vivir no alegre, el alimento de vida del ser gótico está en la ultratumba y el rouge negro es el espectador de tal escena. El rouge, la mayoría de las veces rojo, es para darle a los labios la vida que necesita, luminosidad a la cara, carácter de ludicidad y hasta aires lujuriosos; pero qué finalidad se pretende con uno negro. La boca fría y muerta, zombie y monstruosa, quizás sensual, pero para pocos. Al igual que el rojo, el rouge negro es factible en su misión de frialdad y de conquista cuasi violenta de lo misterioso.
Se crea un estilo y la primera imagen que se relaciona a éste es lo negro, un estilo falso por la falsedad de la cosmeticidad. El beso frío con la tintura de lo oscuro, una vanidad desligada a los cánones de moda y frescura de la actualidad, este beso frío evoca una finalidad de disconformidad, en sus ansias cosméticas de no pertenecer a este mundo, el ser gótico usa los elementos de los mortales vivos para poder fingir hacer realidad los deseos de no pertenecer a la vida dentro de este mundo de podredumbre.
Este maquillaje de lo muerto contribuye a construir anticipadamente una tumba de evasión somnífera e indiferente. El beso negro, el beso de la muerte se imita y se vuelve a imitar, la moda sigue y no en relego, continúa aún vigente en todas las urbes mundiales. Lástima el hecho de haber tergiversado la palabra "gótico", del estilo gótico primario, el que buscaba la luz, una luz mágica que entraba a conquistar y a elevar verticalmente al ser que contempla. La boca negra silencia este fin, quiere obtener justo lo contrario, un fin de sepultar; refleja quizás el afán común de todos de volver al origen, a la madre tierra, pero sería un ansia anticipada de fin. Así el horrorífico rouge negro, resucita de su nicho que lo anula y fantasmagóricamente juega a apagar la vida, pero aún así carga de vida a los que quieren apagarla y que ven que se cumple el fin. Resucita o más bien rescata a los que repulsan el cromatismo exacerbado de la ciudad y sus publicidades, intentos inútiles de alegrar al ser urbano sin vida.
Me pregunto si serán los góticos seres felices; sí, he visto algunos sonriendo y a pesar de todas sus preocupaciones profundas, literalmente muy profundas, tienen que frecuentar, por sus creencias y gustos a preocupaciones mundanales a las que cualquier ser normal mortal acude habitualmente. Comprobamos la frase "las apariencias engañan", aparentan olvido y putrefacción, descuido y un sentir de mortandad y fin de la circulación sanguínea, porque es seguro que antes de haber salido, el gótico y la gótica que veo ahora caminando de las manos y sonriéndose mutuamente estuvieron mirándose eternidades narcisamente cada uno frente al espejo, con una vanidad mundanal. El rouge de la cultura de lo artificial, de lo plástico del ser otro, de anular la actual apariencia; esta vez es negro, variación tonal que no se advertiría si nuestra visión prescindiera de cromatismo, el rouge es rouge, la vanidad es vanidad, la no auto-aceptación es la misma.

Etiquetas: ,


a z u l . a z u l i . a z u l e i a i. a z u l i n i . a z u l . r o s e n . b l a u e r

"..se levanta una materia resistente, de constitución rígida e inexorable.
Entonces empieza uno a desdeñar los ideales del puro deseo y
a estimar lo arquetipos, es decir,
a considerar como ideal la realidad misma,
en lo que tiene de profunda y esencial.."

(Benjamín, Walter. (1995). El concepto de crítica de arte en el Romanticismo alemán)


Siglos y décadas han sido necesarios para generar cierto proyecto de construcción genética de una ansiada rosa azul. Varios países y no pocos científicos hibridistas mendelianos se han encontrado con la muerte e intoxicado en función a este tan ambicioso fin. El prodigio fue alcanzado, y se pudo apreciar, pero en la lejanía, un ejemplar de rosa azul y aunque parecía más morada, ésta tenía la pigmentación requerida que había sido imposible de conseguir desde hacía siglos.
El notición de la concepción de la rosa azul surcó el orbe entero, el pigmento delfinidina, que otorga el solicitado color, pudo ser injertado en una rosa con su capacidad de generar pigmento rojo en calidad silenciada, se dio así lugar a una millonaria flor mediante técnicas de ingeniería genética. Se evidencia que la noticia llegó a Chile, porque si actualmente, nos fijamos detenidamente durante un recorrido citadino en pérgolas y lugares varios donde venden flores, incluso en semáforos, se están vendiendo rosas cerúleas gran cantidad. Gran cantidad, porque la venta de estos ejemplares es precaria.
La rosa azul de nuestras calles, vale como una probable imagen de la falsedad, de la cultura de lo plástico, que inunda a la modernidad en sí. El color azul siempre ha sido el color de lo ausente, de lo divino y lo imposible. En la Divina Comedia, Dante asocia el color azul con la Virgen María, en el pasaje de la redentora aparición que sufre en su final paso por el cielo. Dante le concede a la Virgen el nombre o la figura arquetípica de Límpido Zafiro,

"El nombre de la bella flor que invoco
mañana y noche concentró en anhelo de mi alma
por hallar el más gran foco.
Y así que a mis dos ojos dio sin velo
el cuál y cuánto de la hermosa estrella
que vence aquí, como venció el suelo,
bajó por entre el aire una centella,
un cerco haciendo, a guisa de corona,
y la ciñó, girando en torno de ella.
La melodía que aquí bajo entona
el son más dulce que el alma tira,
trueno fuera que rompe de alta zona,
comparada al sonar de aquella lira
de que se orlaba el límpido zafiro
con que el cielo más claro se enzafira."
(Alighieri, Dante. (2004). La Divina Comedia. )


Análogamente, en variadas culturas primigenias se advierte el color azul como color onírico, mortuorio y divino; por ejemplo, en la imaginería de las doctrinas Budistas e Hinduistas, los dioses frecuentemente han sido representados en tonos azules, porque éstas divinidades cuando alcanzaban la revelación, suceso primordial del ser, sufrían mutaciones físicas, y entre ellas inevitablemente se figuraba una transmutación azul en la pigmentación de sus pieles. Todos éstos ejemplos son citados aquí para figurarse que el ultramar no ilustra lo que está en la superficie, sino que siempre ideales o entidades que están más allá, de echo, el asociar el color azul al color de una persona que ha muerto, es no más que señalar que su piel se ha tornado azulina porque él ya no está acá. Su cuerpo como morada del espíritu se queda, pero luego se hace nada y el ser seguramente pasa a un estado suprasensible, idea de un más allá que se alberga en la mayoría de las cosmovisiones culturales.
El ideal de traer el azul, el zafirismo al presente, evoca la imagen de un enamorado que considera que la rosa azul podría hacer feliz a su novia, mujer posiblemente dedicada al culto a lo falso, a la belleza no propia sino usurpada desde lo ajeno, o sea, belleza o mujer ausente intelectual y físicamente en su presencia.
En Chile no existe y es cuasi imposible que exista eventualmente una rosa "natural" azul, no la conocemos, por que lo que tenemos acá no es más que una pobre flor que ha sido castrada y relegada a un conjunto de polvos de anilina que la coartan de su verdadera pigmentación. El resultado a lo lejos puede ser algo agradable, pero al acercarse se advertirían ineludiblemente las arterias de la rosa, sufrientes por los nocivos ácidos o monóxidos que la tiñeron.
La rosa azul no se vende, es una realidad, la conocida frase "una flor, para otra flor", no nos parece factible con la rosa de embuste, a ésta le es más familiar la frase "una flor falsa, para otra flor falsa", así la mujer no es halagada y la frialdad cadavérica del color no correspondería nunca a la calidez originaria. El ornato puede pasar entonces a no cumplir con lo premeditado.
Se debe considerar que se augura que la rosa azul, tangiblemente azul, que los sentidos sí habrían de percibir, sería engendrada durante el año 2008, por parte de la ilustre empresa Australiana-nipona Suntory que vela por este acontecimiento; la bendita flor si pasara a ser una realidad, rodearía los doscientos cincuenta millones de dólares.
La idea de domesticar una rosa azul en Chile, se podría asemejar a la idea de comprar la bomba atómica; esto nos lleva a pensar en la corriente idealista romántica alemana. Lo que hacía el espíritu romántico alemán, era cíclicamente fantasear sobre ellos mismos. Por medio de la reflexión como método primordial para conocer la realidad, se daba lugar al ser del objeto conforme a la conciencia del sujeto. El romántico se distanciaba de sí mismo hacia un objeto y aprehendiendo su esencia, se concientizaba que su conciencia existía, así, por consecuencia, él también. El hecho de conocer el objeto no era más que tener conciencia propia de un yo como individuo existente. El objeto según Fichte –autor de la corriente romántica alemana-, no era más que la replegación de uno mismo, entonces, el objeto yacería en la reflexión.

"¿Es que acaso no vemos cada cuerpo sólo en la medida en que él se ve a sí mismo y nos vemos a nosotros mismos?".

(Ortega y Gasset, José. (1972). Tríptico.)

Según José Ortega y Gasset, el idealismo surgió por una falta de imaginación, fruto de la vida moderna y fría representada por la máquina; la intención del romántico sería una intención de deserción de la realidad, sacando elementos de extrañeza de los sentidos y esencias faltantes para conformarse como individuos. Pero Ortega y Gasset postula que la realidad aún así puede ofrecer cosas. Entonces el idealismo registra una importante falta de conformismo y de provecho de lo contingente, de la superficie; lugar en donde Nietzsche postulaba que era donde se albergaba el ser esencial de cada objeto. En el hacer se conquista la superficie también conquistando el hacer mismo como palabra; el ser imaginativo conocería más lo primordial trabajando con lo tangible que configurando ideas inexistentes, que no sería más que un método narcisista de mirar la precariedad de cada uno como individuo vacuo.
En ésta odisea por buscar o más bien gatillar la existencia de una rosa azul que en su genética nociva, se encuentra el código de miles de personas que se involucraron en este nunca logrado objeto onírico, se representa también el nuevo hombre romántico, el romántico contemporáneo actual, digital o futurista, que valiéndose del marketing y estrategias de relaciones públicas y computacionales, como hijo de la globalización, toma prestado lo que está a su alcance para querer gastar y gastar por un objeto inútil.
La imposibilidad de realización del objeto, es la corporalización de un nuevo ser que desea integrar objetos no-tradicionales-deseables a la realidad, y ésta realidad le contesta al sujeto que su yo no es omnipotente, que el proyecto es subjetivo; posible, pero tambien imposible, por lo tanto, un proyecto subjetivo en tanto que un yo subjetivo.

"...en el campo práctico, la imaginación procede hasta el infinito, hasta la idea absolutamente indeterminable de la suprema individualidad, que sería posible sólo en conformidad con una infinitud consumada, la cual es de por sí misma imposible."
(Ortega y Gasset, José. (1972). Tríptico.)

Si se promulgara un proyecto a escala nacional e internacional –beneficencia- y si se soñara con alcanzar los adelantos científicos necesarios para que la rosa azul figure en nuestra despilfarrada realidad criolla, sería preferible ni imaginar la costosa operación; pero resultaría atractiva por el hecho de considerar entre las riquezas nacionales un objeto prodigioso, saludable y pacífico en vez de un objeto de violencia. Sería un factor positivo para acrecentar nuestras relaciones diplomáticas internacionales. Los elementos necesarios para la reproducción de la rosa configurarían también otra misión difícil de obtener, así que habría además que invertir en los líquidos competentes para que la flor durara más de lo esperado en comparación a una rosa común. Chile gracias a este paulatino proceso, llegaría tal vez a ser potencia mundial, teniendo los mayores adelantos científicos de invernaderismo y floristería; sería el país en donde se venderían más rosas azules en Latinoamérica y el ingreso anual surcaría cantidades insondables. La rosa domesticada se ubicaría en un altar y en las bermas se comercializarían sus réplicas baratas, "como pan caliente".
Esta hipótesis sólo conforma idílica imagen del futuro de nuestro país en función a la flor surreal, piropo habitual, entonces cotidiana por ser adoptada por nuestra sociedad.
Esta flor de color onírico, que refleja el valor de lo imposible, aunque genéticamente artificial, ya no dibujaría una figura de plasticidad, sino que contribuiría a dar más color a un Santiago bañado de asfalto y en regiones también daría apariencia lúdica o espiritual en cada paraje. Las adolescentes fervorosas por seguir la moda, suplicarían a sus novios una, tan sólo una rosa azul. Gracias a las técnicas mercantiles, súbitamente el país hipotéticamente se vería crecer y se le otorgaría un dejo de alegría por un bien entregado; aparte, como misión municipal en las calles capitalinas se daría cada día un nuevo y constante elogio a nuestra bandera y al más hermoso himno nacional del mundo.
Pensar en este futuro, hacerse esta utópica imagen de un Chile progresado radicalmente por un objeto que quizás nunca va a existir, confirmaría algo que se ha concluido desde siempre en una cultura conflictiva en todo ámbito; una falta imaginativa por un idealismo romántico siempre en auge en una sociedad que no ha sabido en su historia poder usar sus riquezas geográficas y culturales para poder crecer como país.
Si se pudiera lograr el proyecto en la empresa Suntory, las mentes idealistas de los ingenieros genéticos que arduamente han gastado cantidades inimaginables de tiempo y dinero por la rosa azul, podrían pasar - o evolucionar- desde una identidad idealista a otra realista, ya que la rosa; el ideal arraigado en la mente que no provocaba más que una retórica imagen de ellos mismos, por lo menos sería percibible a la vista y reproducible.
El proyecto inasequible y milenario de la rosa azul si se concluyera y si se gestaran miles y miles de rosas azules, daría lugar al cíclico y corriente inconformismo del espíritu moderno debido a sus importantes faltas creativas; y no quedaría más que basarse en El Principito domesticando una rosa igual a millones de rosas como una estrella igual a millones de estrellas y imaginar en el mar de rosas a la domesticada, "...si amas a una flor que se encuentra en una estrella, es agradable mirar el cielo por la noche. Todas las estrellas están florecidas."
La otra opción, es por el inconformismo presionar a los manipuladores genéticos a que traten de registrar en el ácido desoxirribonucleico (ADN) de los hombres, la delfinidina para que la piel humana fuera azul, o para que los gatos fueran de colores fluorescentes y así miles de ideas de cosas "posibles" de idealizar-realizar, pero; ¿la tarea sería realizable? Es conveniente para todos inclinarse por la primera opción, si la rosa estuviera presente en cada uno de los continentes de la faz de la tierra, domesticar a una y de esta forma así a todas. Si no se llegara a conseguir su fabricación, familiarizarse con el entorno y constante y creativamente crear combinatorias satisfactorias en una realidad no tan repulsiva como para evadirse utópicamente sumiéndose en lo imposible.

Etiquetas: ,


This page is powered by Blogger. Isn't yours?

Suscribirse a Entradas [Atom]